Darle cianuro a las aves

La otra vez decidí amargarme el día y me concentré en ver las noticias: me sentí completamente avasallada. No es tanto todas las barbaries e incoherencias que ocurren en nombre de la avaricia, sino todo lo que hacen los noticieros por ocultarlo, sobreinformarlo o desviar la atención, como si buscaran mantenernos en el estado depresivo en el que está esta parte de la sociedad desde hace 'eones de años'. A uno se le rompe el corazón con cada nuevo suceso violento y se va volviendo insensible frente a las desgracias ajenas, especialmente las más lejanas.

Ni siquiera sabemos cómo solventar nuestras propias desgracias. Nos sentimos tan impotentes e invisibles, que nos conformamos con traer hijos al mundo para ver si así podemos ser útiles para alguien. Esos mismos hijos a los que se les enseña que deben ser como aves: que vuelan alto, que parecen libres... ¡Hay que ver cuánta envidia hay en el ser humano! ... Con todo esto y más, no me sorprende que las religiones, las drogas, el sexo y el arte hayan tenido tanto exito como placebos.

Esperanza

Que la brisa sea mi amante y me procure orgasmos
y que se lleve la depresión de mis cabellos,
que sea tan breve que me deje añorandole
y que sea tan fuerte que arrastre con ella mis dudas.