Te encargas de ocultarme de mi mundo alterno,
marcarme con el sello de villana y no poder gritar,
cortar mis nombres como tiras de papel.
Tirados por el suelo de la sin-misericordia…
Dime que logras con no existir más en la melancolía,
acaso soy yo tu nuevo motivo para no sentir?
Caminas de la mano de ilusiones
pintadas de colores pasionales: rojo viento.
Te escurre el agua por la frente, y como partícula
subatómica, atraviesas mi cerebro: partes.
Hieres, rompes, reparas. Luego escondes las manos.
Iluminados somos todos los hijos impuros de Dios.
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