IRAri lari eh! oh! oh! oh!

Ella me abrazó y encegueció mis ojos...

me hizo llorar, me hizo gritar silenciosamente...

y al final solo quedó mi corazón partido...

Ayer y hoy me desperté con la tripa consternada, con la depresión en la boca, con la ira acumulada en el pecho. Esa ira de impotencia, la misma que puede ocasionarme un derrame cerebral en cualquier momento. Es una ira ahogada, pausada, callada. Parecida a esa que da en la fila del banco cuando al cajero se le da la gana de atender primero al conocido que acaba de llegar. Sueño hasta que experimento ira. Grito, insulto, agredo y me defiendo en el sueño; sin embargo en la realidad solo me muerdo el labio y digo unas cuantas palabras hirientes (no tan hirientes al fin y al cabo) cuando alguien me hace algo. El exceso de control me está matando. Escoger la opción de enmudecer en vez de gritar improperios que me desahoguen hasta dejarme inconsciente (!!!)

El psicólogo dice que no es bueno reprimir la ira.

Yo pienso: entonces qué hago cuando me den ganas de hacer carne guisada con él cuando me sale con sus idioteces obvias, o con cierta gente que vino al mundo para desquiciarlo, o circuitos guisados con la computadora que le compre a Dell con un Windows de mie***!!!

Miro mis fotos de perfil en facebook, y me da ira verme sonreír en algunas (ni siquiera me reconozco en todas). Verme sonreír en el espejo como si nada pasara en realidad (ni siquiera me reconozco en el espejo). Y es que en realidad tengo rabia contra todo, y creo que es inevitable. Uno se vive aguantando día a día las cochinadas de la gente, y termina cogiendo rabia contra uno mismo luego de que se da cuenta que fue un completo imbécil al actuar (o al no actuar).

Mi padre se fue hace una semana de viaje, y aunque nos escribimos, ya no recuerdo como es su cara o su voz… sus expresiones, o el top 10 de sus frases.

Tengo ira por saber que mi memoria no es capaz de guardar por mucho tiempo las imágenes de mis seres queridos.

Tengo ira de saber que mañana despertaré, iré al trabajo y seguiré aguantando las estupideces diarias de cierta gente… (y que todo el mundo te mire feo por desahogarte aunque todo el mundo pase por la misma situación)