Señor: Hazme un instrumento de Tú paz
Que donde quiera que haya odio, siembre yo amor
Donde haya injuria, perdón
Donde haya error, verdad
Donde haya duda, fé
Donde haya deseperación, esperanza
Donde haya oscuridad, luz
Donde haya tristeza, alegría
Oh, Divino Maestro!, condédeme:
Que no busque ser consolado, sino consolar
Que no busque ser comprendido, sino comprender
Que no busque ser amado, sino amar
Porque dando es como recibo,
perdonando es como Tú me perdonas
y muriendo en Ti nazco para la vida eterna
Amén.
San Francisco de Asis
No hay comentarios:
Publicar un comentario