Lo que me gustaba de ti, ya no existe…
ya no me gustas más.
ya no me gustas más.
Estoy feliz, sin saber el porqué, estoy feliz. Y es un estado que me enferma, porque toda la inspiración se me va. Y de todos los temas de los que podría hablar, o despotricar, sólo me salen unas cuantas líneas (y eso, si tengo suerte).
La felicidad y la tranquilidad me pasman el cerebro, me hacen sentir enajenada o como si no mereciera estar en este mundo, digo, por todos los problemas que existen sin solución, y que en este momento me importan un comino. No, no digo que no sean importantes en sí mismos, es que son tantos, y han durado tantos años que uno termina tirando la toalla y apagando el noticiero. Es cómo intentar mantener una relación de amor-desamor con una persona enfermiza, irrespetuosa, celosa y paranoica en exceso: el desgaste es increíble, y la frustración lo es aún más.
Bueno, estoy feliz y tranquila, a veces pienso que demasiado para mi gusto. Cómo leí por ahí “uno se acostumbra a un tipo de tristeza”, y hace que todos los momentos y toda la vida giren en torno a ese punto miserable, porque los pensamientos de la depresión suelen ir acompañados por un sarcasmo mediocre pero ‘gracioso’ que llama la atención, por una falsa (?) claridad de pensamiento, y por un realismo exagerando que raya muchas veces en el pesimismo, pero que nos mantiene seguros y cómodos dentro de nuestras coracitas (de papel maché). Todo eso es normal, y lo contrario también. No he conocido a ningún ser humano que en su esencia no esté aferrado a algún tipo de tristeza, o a algún tipo de felicidad.
Tampoco he conocido a ningún ser humano que esté libre de decepciones y/o desencantos (me encanta ese “y/o”), tampoco entiendo porque la gente se separa a la primera desilusión ¿qué tipo de persona esperan encontrar?, y no confío en las personas que dicen “para siempre”, porque son por lo general los optimistas más irracionales que existen. Si algo aprendí de todas las infructuosas relaciones 'personales' que he tenido es que todo se daña cuando ambas partes comienzan a buscar patrones de conducta en el otro, en ese afán desmedido por tomar el control y anticiparse, y olvidan que la libertad es más chévere, y que el ser humano es cambiante.
. . .
Me acabo de acordar que ando feliz jeje. Bendita sea la vida y la voz de Nina Simone:
http://www.youtube.com/watch?v=h8tuTSi6Sck&feature=related
[¡Esta noche voy por las frías! <- Mamá ¡Soy normal!]
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[¡Esta noche voy por las frías! <- Mamá ¡Soy normal!]
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