El colombiano parece el pez más bobo del estanque, siempre pica en todos los anzuelos que le arrojan. Es tan sencillo provocarnos. Nos indignamos por todo (lo innecesario).
Esta semana, todas las noticias relevantes fueron opacadas por un artículo que escribió una flaca que quería provocar la lengua de las gordas (antes fue porque Shakira no se sabía el himno). Entonces el país se dividió por estupideces, una vez más. Ya la indignación no es por Rosa Elvira (¿quién es esa?), ni por la violencia, la falta de educación y las personas que mueren por no ser atendidas en las salas de urgencia de las clínicas y hospitales, sino por maricadas subjetivas que dice cualquiera por ahí.
Hablar por hablar, y parecer "interesantes" en el ejercicio. Eso es lo que gusta.
[Van tres días o más, y siguen dándole cuerda al temita. ¡YA!]
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