vuelan por las meninges de mi cabeza,
y se empapan de cielo fresco recién pintado de savia.
Bajarán por mi tronco, como he de esperarse,
y bajo aquella piel opaca de mi columna,
abrirán caminos sinuosos y sanguinolentos con sus picos,
buscando siempre escapar de mi...
[Aún no puedo recordar quién era el que me decía 'mi pequeño saltamontes']
No hay comentarios:
Publicar un comentario