[La cancioncita de fondo es Mercedes Sosa - Las manos de mi madre http://www.youtube.com/watch?v=rftpGOsz6Us ]
La vieja Emi es mi abuela, ella me cuidaba cuando niña y lo poco que sé de buenos modales me los enseñó ella. También me enseñó a comer bocadillo con leche, a adorar el arroz con coco que ella preparaba y a crear 'fantasmitas' acuosos con papel higiénico. Me enseñó a correr duro, en parte porque ella era quien me perseguía para pegarme por alguna maldad o alguna grosería (por eso era buena en las carreras y en el fútbol cuándo pequeña), me enseñó a bañarme bien, a leer ‘de corrido’, a no ser tan caprichosa, y a usar una vieja radio de mi tía por si quería escuchar música. Yo pasaba todas las mañanas fregándole la vida a la vieja Emi, no me alcanzo ni a imaginar todo el amor que en mi despierta.
Desde siempre (para mí) tuvo el cabello plateado, que huele no sé a qué, pero huele 'sabroso'. Mi abuela parece un roble: por su carácter, por sus huesos duros, y porque siempre se preocupó por hacer las cosas bien y eficientemente (¿qué tiene que ver un árbol con esto?). La vieja Emi tiene la mirada cansada, llena de toda la bondad de este universo, una sonrisa cada vez que me ve y un sentido del humor incomparable. Alguna vez le pregunté si era feliz… se quedó pensándolo y me respondió que la felicidad era pasajera y que lo que ella sentía era más parecido a sentirse complacido y agradecido con la vida, no feliz.
Nunca me ha dado un abrazo (yo soy la que se los doy jeje), pero basta que me diga “muñeca” para derretir completamente mi terquedad y lograr lo que mis padres con toda su cantaleta nunca han logrado. A veces me relata cuentos incompletos de tío conejo y se carcajea sola, o le entra un afán de caminar demasiado, de irse para ‘su casa’, de matar hormigas, y de arrancarle las hojas a las plantas de mi mamá. Ahora camina despacio, y no tiene la memoria tan lúcida como antes; me confunde con gente de su niñez o adolescencia, yo le sigo el juego hasta que ella se da cuenta de que no soy quien cree, otras veces pregunta por quién es mi mamá o dónde está, y le respondo: “se murióooo”… ella siempre se ríe.
Hoy llegué a mi casa y la encontré. Viene de visita todos los fines de semana. Siempre me emociona verla, aunque ella ni se percate...
*Se me aguan los ojos* -deben ser las hormonas...-
*Se me aguan los ojos* -deben ser las hormonas...-
[Hasta el final de la manzana... El corazón]
No hay comentarios:
Publicar un comentario