[Red Hot Chili Peppers fue el primer grupo de rock que me llamó la atención, y aunque la primera canción que escuché de ellos fue Californication, fue esta canción la que me sedujo por completo: I could have lied]
Confieso que nunca me ha gustado el Chavo del 8, porque sus personajes me resultan irritantes, hipócritas, injustos, ilógicos, marrulleros y envidiosos (a excepción de Don Ramón, al que le tenía consideración por la cantidad de injusticias con las que lidiaba), porque no toleraba sus escenarios demasiado cerrados con esa luz tenue-claustrofóbica, y sus historias cíclicas y desesperantes... todo como si fuese un pequeño infierno aquí en la tierra.
Infierno el que pasan los colombianos que piden justicia y no se les da. En este infierno no existe el sentido común pero si los abogados: si usted tiene uno bastante hábil y con influencias no lo deje escapar, ese podría ser la única opción que tenga para sentirse medianamente seguro en cualquier caso (sea la víctima o el victimario).
A este paso, empieza a parecer imposible solucionar los tantos problemas del país, del mundo. Uno ni sabe por dónde comenzar. Ya lo decía Sartre: "El infierno son los otros", es lo otro, es el todo, es uno mismo ¿por qué? Porque por más que queramos y aparentemos, no conocemos el mundo, no lo asimilamos y no entendemos cómo funciona. No entendemos cómo piensan los demás, a duras penas se entiende uno mismo... Va uno viviendo con miedo: se levanta con miedo, come con miedo, folla con miedo, camina con miedo, duerme con miedo, un miedo absurdo y casi imperceptible a lo desconocido, pero que se manifiesta con nuestra intolerancia de todos los días, con el solo hecho de burlarse del otro y llamarlo estúpido solo por no compartir el mismo punto de vista, por ejemplo.
¿Y con ese mismo miedo nos indignamos en las redes sociales pidiendo la justicia o equidad que no otorgamos?
Toca volver al principio, volver la vista hacía uno mismo, autoevaluarse y dejar de vivir como si se estuviera en la vecindad del Chavo y uno fuera el infierno de la otra persona, empezar a ver a los otros como 'iguales', y tal vez así podríamos ir a Acapulco.
Tú que me lees ¿Ahora entiendes?
1 comentario:
claro, todos vamos a ir a Acapullo en la medida que seamos mas tolerantes, pero a veces es "utópico" cuando vivamos en un mundo donde no hay igualdad, en donde todos queremos pasar por encima de los demás y olvidamos la esencia misma que es ser un humano.
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